LO UNO
2002. Installation: cloth spread on the floor, with a fold. The room is dark and a spotlight illuminates a specific part of the fold. Approximate dimensions: 250x140 cm.
(CAT)
“(...) La tercera obra significativa de l’exposició Anticoagulant, Lo uno, consistia en representar el fet de viure, de l’existència, a partir de la metàfora del plec. Unes robes doblegades suggerien que la vida, en tant que acció i esdevenir, és com un plegar-se i desplegar-se constantment. Pels artistes “el plec es concep como quelcom extens que sobrepassa l’espai-temps” (1), quelcom abstracte semblant a l’Ain Soph de la càbala, d’allò no manifestat i il·limitat, que no té consciència, “pren consciència en el moment que es replega. L’arruga, el replegar-se, fa que allò il·limitat prengui consciència de sí. El plec, com a límit és l’home i aquest seria una experiència mística de Déu, com a arruga, com a accident. En aquest sentit, som la mateixa cosa o matèria divina, així Déu està dins d’un mateix”(2). En aquesta concepció gnòstica de la divinitat es troba implícita una crítica a la espiritualitat dualista, dualisme que un sector de la postmodernitat ha intentat qüestionar en la metafísica y la filosofia -Derrida, Deleuze- y per extensió en l’ontologia i tot allò referent a la identitat d’un jo predefinit -Lacan, Foucault-. Des d’aquest punt de vista, la concepció inicial d’un ser centrat que es trobava en les primeres obres comença a fracturar-se.”
(Lola Donaire. Fragment del text del catàleg Vulnerables)
(1) Conversa amb els artistes. Maig 2004.
(2) Ibid.
(ESP)
“(...)La tercera obra significativa de la exposición Anticoagulant, Lo uno, consistía en representar el hecho de vivir, de la existencia, a partir de la metáfora del pliegue. Unas sábanas dobladas sugerían que la vida, en tanto que acción y devenir, es como un plegarse y desplegarse constantemente. Para los artistas “el pliegue se concibe como algo extenso que sobrepasa el espacio-tiempo” (1), algo abstracto parecido al Ain Soph de la cábala, de lo inmanifestado e ilimitado, que no tiene consciencia, “toma consciencia en el momento en que se pliega. La arruga, el replegarse, hace que lo ilimitado tome consciencia de sí. El pliegue como límite es el hombre y el hombre sería una experiencia mística de Dios, como arruga, como accidente. En este sentido somos la misma cosa o materia divina, así Dios está dentro de uno mismo” (2). En esta concepción gnóstica de la divinidad se halla implícita una crítica a la espiritualidad dualista, dualismo que un sector de la posmodernidad ha intentado cuestionar en la metafísica y la filosofía -Derrida, Deleuze- y por extensión en la ontología y todo lo referente a la identidad de un yo predefinido -Lacan, Foucault-. Desde este punto de vista, la concepción inicial de un ser centrado que se encontraba en las primeras obras empieza a fracturarse.”
(Lola Donaire. Fragmento del texto del catálogo Vulnerables)
(1) Conversación con los artistas. Mayo 2004.
(2) Ibid.
“(...)La tercera obra significativa de la exposición Anticoagulant, Lo uno, consistía en representar el hecho de vivir, de la existencia, a partir de la metáfora del pliegue. Unas sábanas dobladas sugerían que la vida, en tanto que acción y devenir, es como un plegarse y desplegarse constantemente. Para los artistas “el pliegue se concibe como algo extenso que sobrepasa el espacio-tiempo” (1), algo abstracto parecido al Ain Soph de la cábala, de lo inmanifestado e ilimitado, que no tiene consciencia, “toma consciencia en el momento en que se pliega. La arruga, el replegarse, hace que lo ilimitado tome consciencia de sí. El pliegue como límite es el hombre y el hombre sería una experiencia mística de Dios, como arruga, como accidente. En este sentido somos la misma cosa o materia divina, así Dios está dentro de uno mismo” (2). En esta concepción gnóstica de la divinidad se halla implícita una crítica a la espiritualidad dualista, dualismo que un sector de la posmodernidad ha intentado cuestionar en la metafísica y la filosofía -Derrida, Deleuze- y por extensión en la ontología y todo lo referente a la identidad de un yo predefinido -Lacan, Foucault-. Desde este punto de vista, la concepción inicial de un ser centrado que se encontraba en las primeras obras empieza a fracturarse.”
(Lola Donaire. Fragmento del texto del catálogo Vulnerables)
(1) Conversación con los artistas. Mayo 2004.
(2) Ibid.
(ENG)
“(...)The third meaningful work of the exposition Anticoagulant, Lo uno, consisted in representing the fact of living, of existence, from the metaphor of the crease. Some folded sheets suggested that life, as an action and becoming, is like a constant folding and unfolding. For the artists “the crease is conceived as something extensive that overcomes the space-time” (1), something abstract similar to the Ain Soph of the cabala, of the unmanifested and unlimited, that doesn’t have conscience, “takes consciousness in the moment it folds. The wrinkle, the rally, makes the unlimited take consciousness of itself. The fold as a limit is man and man will be a mystic experience of God, like a crease, an accident. In this way we are the same thing or divine material, that way God is inside oneself” (2). In this Gnostic conception of the divinity a critique of the dualistic spirituality is implicitly found, a dualism that a sector of postmodernism has tried to question in metaphysics and philosophy –Derrida, Deleuze- and by extension in the ontology and all that is referent to the identity of a predefined self –Lacan, Foucault-. From this point of view, the initial conception of a centred being that can be found in the first works begins to fracture.”
(Lola Donaire. Fragment of the text from the catalogue Vulnerables.)
(1) Conversation with the artists. May 2004.
(2) Ibid.
“(...)The third meaningful work of the exposition Anticoagulant, Lo uno, consisted in representing the fact of living, of existence, from the metaphor of the crease. Some folded sheets suggested that life, as an action and becoming, is like a constant folding and unfolding. For the artists “the crease is conceived as something extensive that overcomes the space-time” (1), something abstract similar to the Ain Soph of the cabala, of the unmanifested and unlimited, that doesn’t have conscience, “takes consciousness in the moment it folds. The wrinkle, the rally, makes the unlimited take consciousness of itself. The fold as a limit is man and man will be a mystic experience of God, like a crease, an accident. In this way we are the same thing or divine material, that way God is inside oneself” (2). In this Gnostic conception of the divinity a critique of the dualistic spirituality is implicitly found, a dualism that a sector of postmodernism has tried to question in metaphysics and philosophy –Derrida, Deleuze- and by extension in the ontology and all that is referent to the identity of a predefined self –Lacan, Foucault-. From this point of view, the initial conception of a centred being that can be found in the first works begins to fracture.”
(Lola Donaire. Fragment of the text from the catalogue Vulnerables.)
(1) Conversation with the artists. May 2004.
(2) Ibid.